El Departamento de Estado de EE. UU. ha criticado duramente a Europa por su enfoque en la regulación del discurso en línea, especialmente apuntando hacia la Ley de Servicios Digitales de la UE. Funcionarios estadounidenses afirman que estas regulaciones equivalen a una censura 'orwelliana', argumentando que sofocan la libre expresión y protegen a los políticos de críticas públicas. La controversia sigue a eventos recientes en el Reino Unido que reavivaron debates sobre los límites de la libertad de expresión y la regulación en línea. EE. UU. advierte que el modelo de Europa podría amenazar los derechos de libertad de expresión a nivel mundial y servir como una advertencia para los Estados Unidos. Mientras tanto, los gobiernos europeos defienden sus políticas como necesarias para la seguridad pública y combatir contenido dañino.
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