Una investigación interna en el Foro Económico Mundial (WEF) ha encontrado que su fundador, Klaus Schwab, incurrió en gastos no autorizados, mala conducta en el lugar de trabajo y comportamiento inapropiado hacia el personal femenino. La investigación también alega que Schwab manipuló datos de investigación del WEF para desacreditar el Brexit, lo que plantea preocupaciones sobre la imparcialidad de la organización. Schwab y su esposa supuestamente se beneficiaron de más de $1 millón en gastos de viaje cuestionables, mientras que denunciantes lo acusaron de intimidación y comentarios sugestivos. El escándalo ha provocado una crisis de credibilidad para el WEF, especialmente en lo que respecta a sus estándares de ESG y gobernanza. Schwab ha negado todas las acusaciones, pero la controversia ha intensificado el escrutinio sobre la influencia de élites y la transparencia en la influyente cumbre de Davos.
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