Una crisis de hambre catastrófica se está desarrollando en Gaza, con informes de desnutrición generalizada y hambruna, especialmente entre los niños. A pesar de que cientos de camiones de ayuda han sido autorizados por Israel y están esperando en los cruces fronterizos, gran parte de los alimentos y suministros permanecen sin entregar debido a disputas entre Israel y las Naciones Unidas sobre responsabilidad y acceso. Israel acusa a la ONU de no distribuir la ayuda, mientras que la ONU y otros grupos humanitarios culpan a las restricciones y la burocracia israelí por bloquear las entregas. La controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, también ha sido criticada por presuntos abusos y violencia en los sitios de distribución de ayuda. A medida que la situación humanitaria empeora, la presión internacional aumenta para lograr un acceso seguro y sin restricciones a Gaza y para que todas las partes cooperen para prevenir más hambruna.
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