El presidente francés Emmanuel Macron ha anunciado que Francia reconocerá formalmente al Estado de Palestina en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, convirtiéndose en la primera nación del G7 en hacerlo. Este movimiento audaz se produce en medio de crecientes críticas internacionales por la crisis humanitaria en Gaza y un estancamiento diplomático en el proceso de paz de Oriente Medio. La decisión de Macron ha provocado fuertes reacciones en todo el mundo: Israel y Estados Unidos han condenado la medida, mientras que algunos aliados europeos se muestran reacios o directamente opuestos. Los partidarios argumentan que el reconocimiento de Francia podría presionar a otros países occidentales a hacer lo mismo y potencialmente reavivar los esfuerzos de paz estancados, mientras que los críticos advierten que podría fortalecer a grupos extremistas y complicar aún más las negociaciones. El anuncio subraya las profundas divisiones entre las potencias occidentales sobre cómo abordar el conflicto israelí-palestino y el camino hacia una solución de dos estados.
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